Los hermanos de niños
con necesidades especiales son profesionales sin titulación de estimulación
temprana, psicomotora, animación, gimnasia, teatro, danza, artes marciales....
¿Lo sabías?
Ellos, con sus sencillos
gestos, movimientos y actuaciones cotidianas pueden hacer más que una eminencia
en psicología, un renombrado fisioterapeuta o un experto en autismo.
Ahí están desde el
amanecer hasta el anochecer, provocando reacciones y dando ejemplo (bueno y
malo, claro está) al resto de la familia. Son, como dicen las expertas de
Daddies Rock, tesoros de incalculable valor que hay que saber cuidar y atender
para que se sientan felices y su aportación sea lo más positiva posible. ¿Sabes
cómo? Te contamos algunas de las ideas que ofrecieron en la Sesión de Coaching.
Toma nota:
1-Al principio, a alguno
de tus hijos le puede costar comprender los motivos por los que su hermano es
diferente. Conclusión: Crea espacios de encuentro para que los
menores puedan exponer sus dudas, inquietudes y angustias. Hay que
escucharles y quitarles la sensación de preocupación y miedo a la que a veces
se enfrentan.
2- Cuando están en
público, ven que su familia es diferente y en ocasiones surge una sensación de
vergüenza provocada por las preguntas o las miradas de otros niños, profesores,
o desconocidos. Conclusión: Recalca las virtudes de vuestra
situación. Di en voz muy alta e insistiendo enérgicamente la parte
positiva de cada singularidad. De ese modo, tendrán respuestas firmes
y se sentirán seguros con su realidad cuando hablen de ella.
3- Hay veces que les
ronda sin cesar el sentimiento de culpabilidad y frustración por no poder
cambiar el estado de salud o la capacidad para hacer ciertas cosas de su
hermano. Conclusión: Que no se te olvide que antes que
hermanos son niños. Hay que animarles a colaborar, a sentirse útiles, pero nunca
cargarles de responsabilidades y hacerles mayores antes de tiempo.
4- Colocar en el punto
de mira constante a quien tiene necesidades especiales da lugar a que los demás
se inventen nuevas necesidades que no tenía (parecidas a las de su hermano). Conclusión:
Da respuesta a las llamadas de atención desde el principio. Con cariño,
comunicación, y paciencia, potencia lo mejor que tiene cada uno y refuérzalo para
que vean que también son centro de interés por sus virtudes y logros.
5- Los celos o la
sensación de soledad es frecuente también en estos hermanos especiales. Conclusión: Haz
a todos partícipes de las decisiones importantes e involúcrales en la medida de
lo posible. Mantén un canal de comunicación constante con ellos (si no
quieren hablar, prueba a escribirle una nota).
6- Por lo general, la
organización y funcionamiento de una casa están condicionados a la evolución y
necesidades de ese hermano especial. Conclusión: Si se produce un cambio, aprende a
ser flexible en ciertos aspectos porque no todos asimilan y asumen las cosas al
mismo ritmo. Cada cual necesita un periodo de adaptación. Eso sí, no seas
permisivo por tener un sentimiento de culpabilidad.
¿Y para aprender un poco
más sobre el tema? las expertas recomiendan leer el libro, “Hermanos, no rivales”
de la editorial Medicis.
Un saludo y mucha
motivación
El Equipo de Daddies
Rock