El equipo de Daddies Rock hace las maletas en su última
sesión de Coaching en Fundaland para viajar a un lugar desconocido pero maravilloso….
El tema que ha tratado nuestro equipo de psicólogas
voluntarias ha sido el duelo, o lo que es lo mismo: Cómo encarar una noticia
que no esperabas o un nuevo destino en el camino de la vida con optimismo,
energía, serenidad y confianza.
Así, la experta en psicología familiar, Mª del Lluc Alemany
cuenta la historia de una pareja que se
sube a un avión rumbo al Caribe. En la maleta llevan todo lo necesario: trajes
de baño, crema protectora, toallas, ropa ligera…y de repente, la azafata del
avión les comunica que están a punto de llegar a Alaska.
“Está claro -dice la experta-, que en un primer momento la
idea de llegar a un destino distinto al que nos dirigíamos nos remueve por
dentro. Nuestro cerebro se ha preparados para un acontecimiento concreto, y a
la mente humana le cuestan los cambios. Pero lo importante, y es lo que todos
los padres tienes que tener presente, es que Alaska es un destino también
maravilloso. Que tenemos miles de cosas que ver, que descubrir y disfrutar”.
A partir de ahí, el equipo de psicólogas de Daddies Rock School nos dan los siguientes
recursos y consejos para aterrizar sin perder la ilusión, gestionar nuestro cerebro (y corazón), adaptándolo al nuevo destino con un objetivo final: Disfrutar de todo al pasar...Padres, tomad nota:
1. El duelo es una fase normal por la que todo el
mundo pasa cuando sucede algún acontecimiento absolutamente inesperado en la vida.
Conclusión: No eres la única persona que lo experimenta, ni es algo negativo.
2. Es una etapa que hay que vivirla siendo
consciente de que estás en ella.
Conclusión: Es normal
rebelarte contra lo acontecido y con la nueva realidad que te toca vivir…tu
ibas a la playa, a disfrutar del sol…
3. Es fundamental compartir ese periodo con la
gente que te rodea, empezando por la familia.
Conclusión: Habla sin
tapujos ni temores de cómo te sientes, de aquello que te frustra, inquieta, o agobia, porque a todas las personas que están a tu alrededor les
está pasando lo mismo…y eso ayuda enormemente a fortalecer los vínculos de afecto.
4. Ni somos "superhéroes", ni todos los días van a
ser buenos.
Conclusión: No te sientas mal si algún día no das “la talla” o si
te desplomas. Comparte esas ideas negativas que te genera no sentirte perfecto. Desarrollaréis la comunicación y la comprensión.
5. Cada día de tu vida y de la de tus hijos es una oportunidad para que todo mejore.
Conclusión: Esta es
la parte más gratificante. Empieza a ocuparte en vez de preocuparte. Eso hará
que tu mente se adapte poco a poco a tu nuevo destino (aunque es un esfuerzo
al principio, veréis que a la larga, es la mejor parte del duelo porque te ayuda a salir de él).
6. Hoy, y solo los logros y éxitos de hoy importan. La clave es aceptar que ahora las reglas del juego han cambiado para el resto
de tu vida. tienes que resetear tu manera de pensar y empezar una partida
nueva para evitar la angustia y la frustración.
Conclusión: Se acabó vivir
pensando (para bien y para mal) a largo plazo. Llénate de alegría con una
sonrisa, un paso, un gesto, una caricia. Todos los días tienen algo
maravilloso. Haz el ejercicio de buscarlo, encontrarlo y recrearte en ello
hasta que te vayas a dormir.
7. Sean como
sean tus hijos, ser padres no implica olvidarse de uno mismo.
Conclusión: En pareja o de forma individual, busca nuevas válvulas de escape para descansar psicológicamente, aprende a desconectar cuando tengas una ocasión y por supuesto, respeta que el resto también lo hagan. Estaréis recargando la energía necesaria para atender a la familia con alegría y buen humor.
Un saludo y mucha motivación!
El equipo Daddies Rock