Hay quien asegura que "naces, o te haces". Es decir, naces con una
discapacidad que te acompañará a lo largo de tu vida, o bien, en un punto del
camino, siendo "normal", las cartas cambian, y te toca empezar a
jugar desde cero, con nuevas reglas, y con un tablero muy distinto... Eso es lo
que le sucedió a Mahesh, el protagonista de esta historia de superación.
Él se encontró con un daño cerebral adquirido. ¿Sabes lo que eso significa?
Daño cerebral adquirido: Un cambio para siempre
Cuando tenía 8 años, Mahesh estaba de excursión con sus padres en Soria. Su
madre, Paloma Pastor, ahora Presidenta de la Fundación Sin Daño, cuenta que
iban juntos de paseo, hasta que de repente le perdieron de vista.
Tras varias horas de búsqueda, lo encontraron. Había sufrido una caída, dándose un golpe
en la cabeza que le ocasionó varias fracturas.
Llegó la ambulancia que le trasladó al Hospital Niño Jesús de Madrid, el
quirófano, pasillos, médicos y más de un mes en coma, hasta que finalmente,
concluyeron que Mahesh tendría que aprender de nuevo a hacerlo todo. “No
hablaba, no nos conocía, no podía moverse”. Su vida, y la de toda su familia cambió
para siempre.
Convertirte en cuidadora
"Mahesh sufrió lo que se conoce como daño cerebral adquirido". Y
lo cierto es que para los padres que tienen que enfrentarse a una situación así, el mundo da un giro de 360 grados muy difícil, porque tú has conocido a una
persona con unas cualidades y capacidades que de repente, desaparecen.
“Salimos del hospital con un hijo en
silla de ruedas, pero teníamos esperanzas, nos habían dicho que la capacidad
de mejora es muy importante justo después del daño. En cualquier caso, el duelo es tremendo, igual que el hecho de tenerte que convertir
en una cuidadora de la noche a la mañana".
La rehabilitación es clave
Mahesh empezó a recuperar la memoria, el habla, y comenzó a caminar de
nuevo. El problema es que toda esa rehabilitación, entonces no estaba
financiada por la Sanidad Pública. “Según nos explicaron, había que ser mayor
de 18 años”, así que acudimos al Defensor del Pueblo, porque consideramos que
era una discriminación por razón de edad”, algo que se nos reconoció en 2014 y
que es una sentencia muy importante para todos aquellos menores que sufren
cualquier tipo de daño cerebral adquirido.
Unos padre luchadores
Después de aquella batalla, llegaron otras muchas que puedes leer en un
libro que ha publicado Paloma Pastor titulado “Los años del Monzón. “Creamos una plataforma ciudadana, nació la Fundación Sin Daño, para financiar
tratamientos. También, hemos conseguido que en el Hospital Niño Jesús de Madrid se
abriera una unidad de rehabilitación infantil, y en noviembre de 2019 hemos
activado el código Ictus infantil en la Comunidad de Madrid” nos cuenta.
“Vivir algo así reordena tus prioridades en la vida y te hace un poco más
sabio. Ahora nuestro objetivo es querernos mucho y pasarlo bien” confiesa.
Si quieres colaborar con la Fundación Sin Daño pincha aquí
Agradecimientos: A Carmen Maturana y a la Fundación A LA PAR
Hola
ResponderEliminarExcelente alternativa. Que lastima que la situación actual esté como está, ya que necesitamos más personas implicadas en este tipo de eventos y desarrollos.
Volveré, ya que estos temas no son fáciles de encontrar en la red.
Felicidades y gracias
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Daño cerebral adquirido