"Mi hijo no se comunica" nos dijo una madre que se puso en contacto con nosotros hace no mucho tiempo. "No dice nada", aseguró. Y es que a veces existe la idea generalizada de que hablar es el único
medio de expresión, cuando lo cierto es que con la discapacidad de por medio, las reglas del juego cambian radicalmente. Es más, nacen infinidad de vías nuevas que hay que descubrir, explorar, entender y por supuesto trabajar en equipo hasta lograr que el mensaje llegue a destino. Así nos lo explica África Carabaño, logopeda de la Fundación TALITA en este vídeo. ¡No te lo pierdas!
¿Tu hijo necesita un logopeda?
¡Bienvenido sea! y considéralo como una oportunidad para toda la familia. Porque tu hijo aprenderá a expresarse a su manera, y vosotros día a día desarrollareis los cinco sentidos, empezaréis a interpretar los detalles, y valoraréis cada mensaje que recibís. De hecho, el logopeda enseña a tu hijo, sí, pero también es el encargado de ayudaros a encontrar ese camino alternativo de comunicación que existe siempre. Pueden ser signos, fichas, sonidos, miradas, gestos y mucho más que permiten expresar de forma clara ideas, sentimientos, necesidades, o conceptos cotidianos.
¿Cuándo ir al logopeda?
¡Manos a la obra! Que nadie te diga lo contrario: Sea cual sea la discapacidad, desde los primeros días de vida de tu hijo acude al experto que te indicará de qué modo desarrollar esas vías alternativas de entendimiento con el fin de que mantengas una conexión directa y permanente con él. Cómo explica Carabaño, los primeros meses son fundamentales, porque el logopeda te da unas pautas para que en casa empieces a fortalecer esos canales de comunicación. Y merece la pena, ya que así os entenderéis mucho antes de lo que imaginabais.
¿Retraso en el lenguaje?
En el caso del retraso en el lenguaje, la situación es diferente porque el menor suele tener ya unos dos años de edad, por lo tanto no hay que perder ni un minuto de tiempo, y conviene comenzar a trabajar lo antes posible. Unas veces es la guardería la que se percata de esa dificultad, otra son los padres. Pero lo importante es buscar la figura del logopeda y fortalecer ese área, ya que con un trabajo diario y constantes los resultados son siempre positivos.
Más allá del bla, bla
Hay que tener en cuenta que nuestro estado de ánimo llega en línea directa y sin interferencias a nuestros hijos. Si nos ven nerviosos, tristes, angustiados, preocupados, enfadados, desesperados, ellos lo perciben. Tal cual. No es necesario decir nada, pero perciben lo que piensas más de lo que imaginas. Os lo decimos porque la filosofía de Daddies Rock no es resolver la discapacidad ni curar a nadie. Es animar a los padres a buscar soluciones ante las dificultades y entender que nuestra frustración por ver que no llegan hasta donde esperábamos, puede ser para los niños mayor lastre que una silla de ruedas, una sonda, o una mala tarde en el patio.
Dosis de optimismo
Por eso, procura buscar en todas las ocasiones el logro, cambia primero tu orden de prioridades y objetivos. Ante ti tienes a tu hijo, una persona maravillosa que está aquí no sólo para triunfar, sino también para enseñarte que a través de la discapacidad la vida también tiene color. Y mucho. Si es a través de las miradas, lee su gesto, si es con movimientos, algo también te estará diciendo. Si no lo dice o pronuncia bien, tranquilos, ya lo logrará. Pero para un niño, recuerda que la mejor recepción de sus constantes mensajes es una muestra incondicional de cariño.
¡Un saludo y mucha motivación!
El Equipo de Daddies Rock
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