Y es importante conocerlo bien y aprender a convivir con él para que seamos felices y la gente que nos acompaña en esta vida también lo sea.
Digamos que el duelo somos nosotros asustados y enfadados ante una realidad que no esperábamos. El duelo pone en primera línea nuestros miedos y deseos más insospechados proyectados en un mañana que nunca llegará.
Porque desde el embarazo todos dibujamos el hijo perfecto, la vida perfecta, un camino definido a medida de percepciones, ideas y experiencias pasadas y muy personales. Creemos que sabemos mejor que nadie cómo es la felicidad y lo que tiene que suceder para que exista...
Para que se entienda: Los padres deportistas consideran la felicidad plena de un modo muy distinto al de los padres artistas. Quienes viven en el campo, tienen también otra percepción -que nada tiene que ver-, con quienes residen en la ciudad... Hay tantas felicidades como historias, como vidas....y cada cual imagina a su hijo ganando medallas, exponiendo importantes obras de arte, viajando con una mochila, triunfando como empresario...Porque en los hijos no sólo proyectamos esperanzas, sino también sueños. Muchos.
La discapacidad llega para dejarte claro que tu vida no es la de tu hijo (algo que el resto de los padres aprenderán más adelante en otras etapas de su vida). La discapacidad además, borra cualquier atisbo de seguridad en el futuro y eso, en los humanos, que somos animales de costumbres, genera un bloqueo total que hay que afrontar, tratar y superar con tesón y esfuerzo.
Hay que ponerle nombre. Duelo. Es un estado que tenemos que hacer que sea transitorio porque simplemente nuestro cerebro nos está jugando una mala pasada. Nos está diciendo cosas que ni han sido ni serán. El duelo es una vocecita incansable de un yo muy pesado, que nos asegura donde está la felicidad que hasta ahora conocíamos y aventura cosas que no son reales. Certezas sin base ni fundamento.
Hay padres que esa fase de duelo les dura poco, pero otros, se aferran a ella con la excusa del diagnóstico. Se aferran a pruebas y más pruebas...y hasta que no tengan por escrito un nombre clínico, permiten a ese otro yo machacón y caprichoso adueñarse del corazón.
Hay que ponerle nombre. Duelo. Es un estado que tenemos que hacer que sea transitorio porque simplemente nuestro cerebro nos está jugando una mala pasada. Nos está diciendo cosas que ni han sido ni serán. El duelo es una vocecita incansable de un yo muy pesado, que nos asegura donde está la felicidad que hasta ahora conocíamos y aventura cosas que no son reales. Certezas sin base ni fundamento.
Hay padres que esa fase de duelo les dura poco, pero otros, se aferran a ella con la excusa del diagnóstico. Se aferran a pruebas y más pruebas...y hasta que no tengan por escrito un nombre clínico, permiten a ese otro yo machacón y caprichoso adueñarse del corazón.
Para superar el duelo hay que explicarle a nuestro cerebro y al corazón que los hijos vienen con su discapacidad para ser felices con la felicidad que ellos conocerán, vienen con sus limitaciones para vivir una vida plena, vienen tal como son para crecer, desarrollarse, amar y hacer realidad sus propios sueños.
No hay que tener pena de un mañana que no ha llegado, no hay que sufrir porque no puedan hacer cosas que otros harán. Cada uno avanza en su propia vida, y lo que sí que hay que pensar es que del modo que sea, será marallivosa porque estaremos a su lado dándoles todo nuestro amor y admiración.
No hay que tener pena de un mañana que no ha llegado, no hay que sufrir porque no puedan hacer cosas que otros harán. Cada uno avanza en su propia vida, y lo que sí que hay que pensar es que del modo que sea, será marallivosa porque estaremos a su lado dándoles todo nuestro amor y admiración.
María Biagosch, Directora de Fundaland nos lo explica y merece la pena escucharla. Hay que conocer el duelo para no dejarle quedarse demasiado tiempo en nuestro interior. Hay que abrazarlo y explicarle que más allá de él existe una realidad increíble, que nadie conoce, que nadie sabe cómo será... pero que promete grandes experiencias si aprendemos a mirarla con otros ojos.
Un saludo y mucha motivación!
El Equipo de Daddies Rock
PD: No te pierdas el taller que este fin de semana impartirá nuestra amiga, escritora y terapeuta Rocío Martín para tratar este tema y otros muchos! Nosotros no nos lo perdemos!
Inscríbete en https://istharlunasol.com/es/eventos/rocio-martin-diez/
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