En busca del colegio
La discapacidad encierra infinidad de variables a las que el sistema educativo español no siempre tiene una respuesta. De hecho, en repetidas ocasiones comentamos entre los expertos y padres que el problema no son nuestros hijos, sino cómo está organizada la enseñanza en este país. Hay colegios de educación especial, públicos y concertados con plazas especiales, privados, pero existe un porcentaje de menores que no encaja ni en uno ni en otro. ¿Y qué hacer en esos casos?
Educación personalizada
La antigua figura del maestro enseñando en pequeños grupos o de forma personalizada a un alumno permitía que cada niño aprendiese a su ritmo. No había comparaciones, no había objetivos comunes. Y así, los menores evolucionaban según sus capacidades. Sin embargo hoy el panorama es muy distinto. Cualquiera que se asoma al sistema educativo público y privado nota que esa falta de personalización no siempre es una buena fórmula. Pero la inclusión real, como nos explica la experta en el vídeo, es un buen antídoto para muchos niños y merece la pena apostar por ella.
Inclusión real
Cuando un menor no encaja en los centros de educación especial, pero le cuesta el nivel de los colegios ordinarios, la inclusión es fundamental. ¿En qué consiste? Entre otras cosas, se trata de adaptar el material, las herramientas y el entorno (en patio y comedor principalmente), a la situación del niño para que tenga las mismas oportunidades que sus compañeros de realizarse y de ser feliz. Esto implica una comunicación permanente con el colegio, pero en la mayoría de los casos, es una gran oportunidad para el colegio, la familia, el menor y el resto de compañeros.
Felicidad y autoestima
En nuestra opinión lo más importante es la felicidad y autoestima del menor. Y a partir de ahí se construye el resto. Por lo tanto, es necesario superar prejuicios, pensar no tanto en qué es lo que nos gustaría que fuese, sino en qué es lo que necesita nuestro hijo para alcanzar esos objetivos. Habrá veces que el colegio podrá dar respuesta a un mayor número de necesidades, otras que no. En cualquier caso, la labor de la familia es el motor real y efectivo para que ese niño llegue al máximo de sus posibilidades.Sin límites
¿Hasta dónde llegará nuestro hijo? Nadie lo sabe, porque un diagnóstico, a nuestro modo de ver, no es un pronóstico. Sólo el tiempo y el día a día lo dirán. Una cosa es la ciencia que cataloga según determinadas patologías, y otra el entorno, la motivación, el cariño, la dedicación, que son variables y factores sociales que puede sumar de manera extraordinaria en la formación de cualquier persona. En definitiva, lo principal es trabajar a diario en equipo con el centro educativo, adaptando -cuando sean necesario- el material y los contenidos de cada curso. De hecho la inclusión es eso: Procurar que aquellos niños que tienen cualquier tipo de discapacidad o dificultad motora o cognitiva aprendan como el resto.
Como sabemos que el tema da para largo, puedes ampliar cuanta información precises pinchando aquí, poniéndote en contacto con la Fundación Talita o escribiéndonos a daddiesrockschool@gmail.com
El Equipo de Daddies Rock
Agradecimientos: A la Fundación Talita por la labor tan increíble que desempeñan y a Carmen Maturana por su inestimable trabajo.
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