Esta semana hemos tenido la suerte de asistir a un evento
organizado por la Fundación Botín en su espacio Somos. Presentaban la décima convocatoria
de los Premios Talento Solidario, (que por cierto animamos a todos a participar
a través de este enlace), y de paso, aprovecharon la ocasión para poner encima
de la mesa un tema que todos seguro que tenemos en mente: La digitalización, o en pocas palabras, el salto de lo físico a la red.
En Daddiesrock, por ejemplo, cuando comenzamos hace ya tres
años a organizar las sesiones de coaching para padres -de hijos con cualquier
tipo de necesidad especial-, observamos que cada mes faltaba alguien porque no
podía desplazarse, se le hacía muy tarde, no tenía tiempo… y por eso decidimos
dar el paso y crear un canal de YouTube, donde cada cual, cuando tiene un rato entra y aprende.
Ventajas del cambio
Ese paso, que supuso un giro importante del proyecto, fue
para bien. Nos dimos cuenta que llegamos a más personas, de distintos puntos de
España (estamos en Madrid), y de los cinco continentes. Nos ve gente que tal
vez ni se ha topado con la discapacidad, pero a través de los testimonios, y
charlas, descubre una nueva realidad, entidades, fundaciones y asociaciones que
ni sabía que existían. Pero lo mejor, el diálogo con quien ve el vídeo es
constante, fluido, y enriquecedor para todos, porque no se queda en unas horas,
sino que es permanente y quien “llega tarde”, se puede sumar a la conversación
en cualquier momento.
¿Y el cara a cara?
La duda que nos despierta esta transformación digital es si,
en ese camino sin retorno, se está perdiendo la calidez, confianza y
tranquilidad que aporta el compartir las cosas cara a cara. De hecho, la CDO de IKea España, Mosiri Cabezas, que
fue una de las participantes del encuentro lo reconocía. “¿Qué necesita una
persona que llega a comprar un mueble? Pues también alguien que le escuche y le
mire… pero tenemos a Amazon (que arrasa y es todo on line), crecen las empresas
que ofrecen sus servicios sin ningún dependiente….”. ¿Dónde está el equilibrio?
El responsable de Unicef
en estrategia digital, innovación y tecnología, Luis López reconocía el esfuerzo que han tenido que hacer por
ejemplo, en los últimos años para cambiar el modo de lograr fondos porque “¿Quién
envía ahora una tarjeta de navidad como felicitación?” Nos preguntaba. Los sms,
las campañas on line, y otros recursos digitales son los que han permitido que
la entidad conserve su nivel de compromiso social.
Queda claro, por lo tanto, que es fundamental el cambio, que
estamos más tiempo en el ciberespacio que con los pies en la tierra y los ojos en
el de enfrente, y que la presencia de todos (entidades y personas) cada vez
será mayor en esa realidad virtual, pero hay algo que marca la diferencia: la actitud de quien está
detrás como decían los ponentes. La predisposición a dar respuestas y soluciones personalizadas,
teniendo en cuenta las mil variables que nos hacen singulares. Y eso, tal vez es lo que hace que los proyectos de verdad funcionen.
Vosotros ¿Qué opináis? Escribidnos
a daddiesrockschool@gmail.com
Un saludo y mucha
motivación
El equipo de Daddiesrock
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