Elegir colegio para un hijo con discapacidad es uno de los
momentos más estresantes y complicados para una familia, porque no se trata de
un mero trámite, sino que hay que tener en cuenta primero, las necesidades que
tiene el pequeño, y a partir de ahí (que se suele reducir bastante el listado
de centros…), buscar el más adecuado añadiendo otras tantas variables típicas
de cualquier hogar como cercanía, transporte o precio.
Colegios especiales u ordinarios
Pocas personas se paran a pensar en
las dificultades que entraña lograr que tu hijo, a pesar de las necesidades que
tenga, acceda en igualdad de derechos y oportunidades respecto al resto. Para
empezar, porque en la educación ordinaria, pese a hablar de inclusión, lo
cierto es que ni los centros docentes actuales, ni el profesorado, tienen los
suficientes recursos ni están adaptados y cualificados para atender a todos los
niños, vengan como vengan.
Aún así, está encima de la mesa de políticos y legisladores,
hacer desaparecer los centros de educación especial, que según datos oficiales,
en España atienden a más de 37 mil alumnos. Menores a los que hoy, desde fundaciones, entidades
privadas y públicas se les ofrece educación y mucho más.
Es cierto que lo ideal es que los menores
crezcan y convivan sin importar la realidad de cada cual, pero el que estén en
un centro de educación especial no quiere decir, ni que estén aislados, ni que
no se les quiera incluir en la sociedad, sino que se trata de darles según su
ritmo, sus habilidades y sus capacidades, un camino distinto para llegar al
mismo punto que el resto. Sin más.
Incluir de manera especial
Es decir, no es un trato discriminatorio, no
es un aparthate, como desde fuera lo venden aquellos que quieren acabar con
este sistema. Hablamos, para que todo el mundo lo entienda de profesores, psicólogos,
terapeutas, material didáctico, actividades extraescolares, adaptadas y preparandas no sólo para educar, sino para que en su edad adulta, ese niño con
necesidades especiales o discapacidad, en la medida de sus posibilidades forme
parte efectiva y real de esa sociedad.
Eso es lo que defiende la recientemente creada Asociación Educación Inclusiva sí, Especial También, a quien os animamos que os suméis en
su lucha por frenar esta iniciativa.
La realidad es distinta que en papel
Porque, para que se entienda, con sencillos ejemplos, al
comenzar primaria, hay niños que no tienen control de esfínteres, y cuando vas
a pedir plaza, te dicen que no hay personal que se encargue de esos temas… Porque
en los patios de la mayoría de los centros escolares públicos y privados, el
porcentaje de niños y profesores, no es suficiente para que los menores con
problemas de integración social en todas sus versiones estén asistidos (y
hablamos de más de una hora al día los cinco días de la semana).
Hay menores con enfermedades raras, con parálisis cerebral,
sin diagnosticar y mucho más, que si durante los años de escolarización se les
atiende de forma especial reconociendo y dando respuesta a sus singularidades de
manera efectiva -como se hace ahora-, podrán volar alto. Hay niños que
requieren durante las horas lectivas de mucho personal, terapias y cuidados que
van más allá de adquirir conocimientos, y terminar con ese sistema, sería un
error al que nos tenemos que oponer toda la sociedad.
Si quieres darnos tu opinión o contarnos algo escríbenos a daddiesrock@gmail.com
Un saludo y mucha motivación
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