Padre y madre sois
un superequipo. Tenéis la oportunidad de transformar
vuestro hogar en la mejor escuela del mundo, en un espacio donde el
aprendizaje y el refuerzo positivo sea una constante. Donde cada minuto sume y
enriquezca la formación y estimulación de vuestros hijos ¿Y cómo? El equipo de psicólogas de Daddies
Rock os da algunas ideas:
1- Vuestro hijo requiere una atención
especial, una dedicación intensa, pero...también tenéis una pareja a la que cuidar.
Conclusión: Empieza a pensar que no hay un único
punto de atención donde fijar todo el esfuerzo...sino dos. ¿Nuestro consejo?
Dedícale a tu pareja como mínimo una sonrisa al día, una hora a la semana, un
día al mes y un fin de semana al trimestre.
2- Es cierto que se establece una mayor
conexión con las madres cuando nace el bebé por motivos biológicos, pero eso no quiere decir que haya que asumir
todas las cargas y responsabilidades de manera unilateral el resto de la vida de vuestro
hijo.
Conclusión: Hay que fomentar que surjan lazos
afectivos con el padre y darle su espacio. Es decir, delega. Es fundamental
comprender que nadie hace las cosas mejor sino de diferente manera.
3- Ceder
responsabilidades implica que
el resultado va a ser distinto al tuyo.
Conclusión: Delegar conlleva una fase de paciente adaptación. Y lo más
importante: si sale algo muy mal... respira hondo y recuerda que con los
errores todos aprendemos.
4- Educar, estimular, motivar en el hogar
no es solo cuestión de ponerle ilusión. Necesitas herramientas que te ayudarán en los
momentos de crisis y desmotivación a
que todo siga funcionando en casa como si nada pasase en tu ánimo. Apunta:
PAUTAS DE ACTUACIÓN: Padre, madre, abuelos, hermanos, profesores, psicólogos,
fisioterapeuta, logopeda, cuidadores... deben
ir en la misma dirección y marcar las mismas reglas y objetivos a tu hijo.
Por lo tanto, para que todos puedan saber de qué modo actuar, establece
reuniones periódicas y mantén siempre un canal de comunicación (con una agenda,
por ejemplo).
PREVISIÓN, PREVISIÓN, PREVISIÓN: Organizad las actividades, las
responsabilidades de cada cual, y la rutina a largo plazo y de manera clara
para todos. (Un calendario en la nevera no falla). De ese modo no habrá
"malos entendidos" y las
tareas podrán estar repartidas de forma consensuada y equilibrada.
FLEXIBILIDAD: Cuando no se puede, no se puede. Así
que, no sufras si se altera el programa establecido. Cuenta siempre en el guión con
algunos imprevistos y abrázalos como oportunidades para cambiar la rutina
diaria. Ser flexible y
adaptarse a la situación es una virtud que también hay que inculcar a los hijos.
Un saludo y mucha motivación!
El Equipo de Daddies Rock
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