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miércoles, 31 de enero de 2018

EL DUELO DE EMOCIONES ANTE LA DISCAPACIDAD





Cuando te dan una noticia inesperada, como que tu hijo va a tener o tiene una discapacidad del grado que sea, se despierta un otro yo que tal vez ni conocías. Se llama duelo. 
Y es importante conocerlo bien y aprender a convivir con él para que seamos felices y la gente que nos acompaña en esta vida también lo sea.


Digamos que el duelo somos nosotros asustados y enfadados ante una realidad que no esperábamos. El duelo pone en primera línea nuestros miedos y deseos más insospechados proyectados en un mañana que nunca llegará.

Porque desde el embarazo todos dibujamos el hijo perfecto, la vida perfecta, un camino definido a medida de percepciones, ideas y experiencias pasadas y muy personales. Creemos que sabemos mejor que nadie cómo es la felicidad y lo que tiene que suceder para que exista...

Para que se entienda: Los padres deportistas consideran la felicidad plena de un modo muy distinto al de los padres artistas. Quienes viven en el campo, tienen también otra percepción -que nada tiene que ver-, con quienes residen en la ciudad... Hay tantas felicidades como historias, como vidas....y cada cual imagina a su hijo ganando medallas, exponiendo importantes obras de arte, viajando con una mochila, triunfando como empresario...Porque en los hijos no sólo proyectamos esperanzas, sino también sueños. Muchos.

La discapacidad llega para dejarte claro que tu vida no es la de tu hijo (algo que el resto de los padres aprenderán más adelante en otras etapas de su vida). La discapacidad además, borra cualquier atisbo de seguridad en el futuro y eso, en los humanos, que somos animales de costumbres, genera un bloqueo total que hay que afrontar, tratar y superar con tesón y esfuerzo. 

Hay que ponerle nombre. Duelo. Es un estado que tenemos que hacer que sea transitorio porque simplemente nuestro cerebro nos está jugando una mala pasada. Nos está diciendo cosas que ni han sido ni serán. El duelo es una vocecita incansable de un yo muy pesado, que nos asegura donde está la felicidad que hasta ahora conocíamos y aventura cosas que no son reales. Certezas sin base ni fundamento.

Hay padres que esa fase de duelo les dura poco, pero otros, se aferran a ella con la excusa del diagnóstico. Se aferran a pruebas y más pruebas...y hasta que no tengan por escrito un nombre clínico, permiten a ese otro yo machacón y caprichoso adueñarse del corazón.

Para superar el duelo hay que explicarle a nuestro cerebro y al corazón que los hijos vienen con su discapacidad para ser felices con la felicidad que ellos conocerán, vienen con sus limitaciones para vivir una vida plena, vienen tal como son para crecer, desarrollarse, amar y hacer realidad sus propios sueños.
No hay que tener pena de un mañana que no ha llegado, no hay que sufrir porque no puedan hacer cosas que otros harán. Cada uno avanza en su propia vida, y lo que sí que hay que pensar es que del modo que sea, será marallivosa porque estaremos a su lado dándoles todo nuestro amor y admiración.

María Biagosch, Directora de Fundaland nos lo explica y merece la pena escucharla. Hay que conocer el duelo para no dejarle quedarse demasiado tiempo en nuestro interior. Hay que abrazarlo y explicarle que más allá de él existe una realidad increíble, que nadie conoce, que nadie sabe cómo será... pero que promete grandes experiencias si aprendemos a mirarla con otros ojos.

Un saludo y mucha motivación!

El Equipo de Daddies Rock

PD: No te pierdas el taller que este fin de semana impartirá nuestra amiga, escritora y terapeuta Rocío Martín para tratar este tema y otros muchos! Nosotros no nos lo perdemos!

Inscríbete en https://istharlunasol.com/es/eventos/rocio-martin-diez/




viernes, 29 de diciembre de 2017

RETRASO MADURATIVO: EMPIEZA TODO

No hay tratamiento más potente para cualquier tipo de discapacidad que la actitud positiva y luchadora de los padres. Seguro que lo habéis podido comprobar este año con los testimonios que cada mes hemos ido publicando en nuestro canal de YouTube, y que en Diciembre, despedimos con la historia de Elena González, fundadora de Daddies Rock.
 Escúchalo porque nos explica cómo a través del retraso madurativo y motor de su hijo comprendió que de nada sirve la estimulación motora y cognitiva, o los tratamientos más punteros si después, en casa, tus hijos no sienten un afecto incondicional, una sonrisa cómplice y alguien que les guie para encontrar lo bueno que nos da cada día.

Tal vez tu hijo no pueda caminar, hablar, leer o moverse, pero la vida siempre reserva a todos algo por lo que animarse, disfrutar, y seguir con esperanza...Y aprender a detectarlo es una misión que los padres que conviven con la discapacidad tienen que adquirir para transformar la frustración en reto.

"Somos los motores de arranque en nuestras familias. Y no solo de una manera subjetiva sino también física, porque la energía que le demos a cada iniciativa con el tiempo dará resultados. ¿Positivos? ¿Negativos? Pensemos mejor que avanzamos y que no nos quedamos estáticos en una situación con la que no nos sentimos a gusto".

Esperamos que al verlo comprendáis también la importancia que tiene cuidarse para poder cuidar. Aprender a gestionar las emociones propias para ayudar a nuestros hijos. Hay que buscar el descanso, la perspectiva ante los problemas, compañía y buen consejo ante la preocupación...¿Cómo? Existen muchas vías, y una de ellas esperamos que sean las iniciativas de Daddies Rock y de otras muchas asociaciones, fundaciones o entidades que desarrollan proyectos maravillosos ¿Te apuntas?




Un saludo, mucha motivación y nuestros mejores deseos para el 2018.


El Equipo de Daddies Rock



Agradecimientos: A Carmen Maturana por grabar y editar con una sonrisa, a todos los padres que mes a mes nos han dado sus testimonios y nos han seguido. A Fundaland y en especial a María Biagosch por su apoyo y buenas ideas, a todas las madres que colaboráis con vuestra experiencia, conocimiento y generosidad. Pero en especial a todos los hijos con discapacidad, porque sin ellos no viviríamos la vida con tanta intensidad.